-Halo vecina ¿Cómo ha estado? –Pregunté pasando por su lado. Ella era una mujer de unos 31 años, muy guapa de rostro, con un cuerpo normal, sin muchos senos, pero con unas nalgas pronunciadas.
-Bien, vecino. –Respondió ella terminando de abrir la puerta de su casa.-¿y usted como ha estado?
-Muy bien, muy bien, gracias. –Respondí parándome frente a mi puerta, metiendo la llave y abriéndola.- ¿Cómo está la barriguita?